Presentación

¿POR QUÉ VAMOS AL GIMNASIO PARA EJERCITAR NUESTROS MÚSCULOS O AL FISIOTERAPEUTA PARA FORTALECERLOS TRAS UNA LESIÓN Y NOS OLVIDAMOS DE ESTIMULAR Y EJERCITAR NUESTRO CEREBRO QUE ES EL ÓRGANO QUE COORDINA TODO NUESTRO ORGANISMO?

El cerebro es un órgano muy complejo que realiza importantes funciones gracias a las cuales podemos actuar, sentir, pensar y realizar diferentes acciones tanto conscientes como inconscientes, lo que permite que nos adaptemos a continuos cambios. Es por lo tanto el órgano que dirige nuestro organismo. Está compuesto de gran cantidad de células nerviosas llamadas neuronas (100.000.000.000), que se encargan de recibir y transmitir información constantemente. Para ello, las neuronas se juntan unas con otras formando redes muy complejas que son las responsables de nuestra memoria, personalidad, lenguaje, movimientos, emociones, percepciones, comportamientos, pensamientos y de la capacidad para aprender cosas nuevas. En definitiva, de la capacidad para desenvolvernos en nuestra vida cotidiana.

El cerebro crea nuevas conexiones neuronales con cada aprendizaje, cambiando continuamente y dependiendo de la actividad que realicemos, se estimularán unas áreas cerebrales u otras. A ésta capacidad que tiene de cambio y de adaptación  se le llama plasticidad neuronal. Por lo tanto, queda demostrado mediante gran cantidad de investigaciones, que nuestro cerebro cambia y se adapta tanto para recuperar funciones perdidas después de una lesión como para aprender cosas nuevas, independientemente de la edad, si se estimula correctamente. Es aquí donde destaca la importancia de la actividad física y mental durante toda la vida  para prevenir la pérdida progresiva de las capacidades funcionales y  ralentizar el proceso de envejecimiento.

Gracias a la plasticidad neuronal, todas las actividades que estimulan las capacidades mentales a lo largo de nuestra vida (nivel de estudios, estilo de vida, idiomas, profesión, actividad social, ejercicio físico etc...) favorecen una mayor reserva cognitiva, que a su vez ayuda a la adaptación a los cambios  cerebrales fisiológicos, potenciando su capacidad de procesamiento de la información. Para entenderlo mejor, se podría decir que la reserva cognitiva es una de las causantes que permite a unas personas  compensar mejor que a otras la pérdida de capacidades debidas a los cambios del cerebro producidos por accidentes cerebrovasculares, enfermedades neurodegenerativas o el propio envejecimiento.

Es decir, mantener la mente activa actúa como factor protector o preventivo contra la demencia, reduciendo entre otras cosas el riesgo de padecerla, así como demorando la pérdida de las habilidades funcionales de las personas con enfermedades neurodegenerativas. De ahí la importancia de estimular nuestro cerebro. Por lo tanto, envejecer de forma sana está en buena medida en nuestra mano, ya que los hábitos que tengamos a lo largo de toda nuestra vida determinarán en parte la salud física y mental durante el envejecimiento.