Cambios Sospechosos

A lo largo de los años cambiamos continuamente, y no solo lo hacemos a nivel físico, sino que también a nivel personal. Por ello, es necesario que nos vayamos adaptando a los cambios, teniendo en cuenta que algunos son normales pero otros, sin embargo, no lo son tanto y pueden ocultar algo. Debido a las consecuencias que pueden tener, es muy importante estar atentos no solo a las modificaciones en la vida de cada de cada uno, sino también a las de los familiares o amigos que tenemos a nuestro alrededor.

Muchas veces ocurre que la familia vive fuera, y resulta más difícil apreciar. En otros casos, sin embargo, se puede observar que nuestros padres, tíos, abuelos o vecinos mayores, pierden interés en las cosas que antes les gustaban (ver películas, jugar a cartas, leer, salir con los amigos, conversar con la familia, cambios de humor, etc…), e incluso dejan de hacerlas y se muestran más apáticos y menos sociables. Estos cambios, hasta cierto punto, pueden ser normales pero en ocasiones, son consecuencia de la distorsión o pérdida de parte de la información del entorno por no percibirla adecuadamente. Puede ser porque no ven bien, y hay que volver a graduar las gafas o porque no oyen bien y, hay que revisar el audífono. No es raro, que aunque estas cuestiones nos puedan parecer sencillas, a veces nos pasen desapercibidas debido al continuo ajetreo de la vida cotidiana. Otras veces, sin embargo, la falta de interés puede aparecer porque ya no son capaces de realizar dichas actividades debido a algún déficit cognitivo, que puede esconder alguna patología. En tal caso, es conveniente acudir a un especialista para que valore y diagnostique, y en su caso, recomiende el correspondiente tratamiento.

Así que, es muy importante, vigilar los cambios de las personas mayores y, ser conscientes de que, a menor información percibida, menor estimulación cerebral, lo que origina una mayor tendencia al aislamiento, aumentando la dependencia e influyendo negativamente en la calidad de vida.